Cómo reclamar los créditos impagados de tu empresa
En el mundo empresarial, uno de los problemas más frecuentes y preocupantes es el impago de deudas. Tanto las personas físicas como las sociedades mercantiles pueden encontrarse con clientes o socios comerciales que no cumplen sus obligaciones de pago, generando un grave impacto en la liquidez y estabilidad de la empresa.
Cuando se agotan las posibilidades de alcanzar un acuerdo amistoso entre acreedor y deudor, la vía más eficaz es iniciar un litigio.
En este artículo analizamos las diferentes opciones legales disponibles para reclamar deudas en España y resolvemos las dudas más habituales que surgen cuando una empresa decide acudir a los tribunales para recuperar lo que le corresponde.
¿Qué es un litigio?
Un litigio es un procedimiento judicial mediante el cual se resuelve una controversia legal o conflicto entre dos o más partes.
Para que exista un litigio deben concurrir tres elementos fundamentales:
- Un conflicto entre las partes, derivado normalmente de un incumplimiento contractual o un impago.
- El sometimiento del caso a un juez o tribunal, que será quien decida la resolución.
- Un procedimiento reglado, que establece las fases y garantías del proceso judicial.
A diferencia de otros mecanismos como la mediación o los recursos ante la Administración Pública, el litigio asegura la intervención de un juez, lo que otorga a la resolución plena fuerza legal y ejecutiva.
El litigio como herramienta para la reclamación de créditos impagados
En el ámbito del Derecho Civil y Mercantil, el litigio constituye una de las principales herramientas con las que cuenta un acreedor para reclamar judicialmente una deuda.
Cuando las gestiones amistosas no dan resultado, el siguiente paso es acudir a los tribunales. A través de una resolución judicial firme, el acreedor puede exigir el cumplimiento de la obligación y satisfacer su crédito con los bienes y derechos del deudor, tanto presentes como futuros.
De esta forma, el litigio se convierte en un instrumento clave para garantizar la recuperación de créditos impagados y proteger la liquidez de las empresas frente a los incumplimientos.
¿Qué es el Juicio Cambiario?
El Juicio Cambiario es un procedimiento especial que permite la reclamación de créditos impagados cuando la deuda proviene de títulos cambiarios, como letras de cambio, cheques o pagarés.
Este juicio es rápido y limita las posibilidades de defensa del deudor, lo que lo convierte en una opción eficaz para el acreedor.
El procedimiento se inicia mediante una demanda acompañada del título cambiario, que debe cumplir con los requisitos formales establecidos en la Ley Cambiaria y del Cheque.
Si el juez verifica que el título es correcto, se requiere al deudor que pague la deuda en un plazo de 10 días hábiles y, además, se ordena el embargo preventivo de bienes suficientes para cubrir el importe de la deuda.
Posibles escenarios en el Juicio Cambiario:
- Pago por parte del deudor: Se levanta el embargo, pero el deudor debe asumir las costas del proceso.
- Incomparecencia o impago: Se procede a la ejecución de la deuda, convirtiendo el embargo en ejecutivo.
- Oposición del deudor: El deudor puede presentar una demanda de oposición cambiaria, pero sus motivos de oposición están limitados por ley.
Ventajas y desventajas del Proceso Monitorio
El Proceso Monitorio es otro mecanismo eficaz para la reclamación de deudas, utilizado principalmente cuando el acreedor tiene una deuda documentada y no existe límite en la cuantía a reclamar.
Ventajas del Proceso Monitorio:
- Sin límite de cuantía: Puede emplearse para cualquier tipo de deuda, independientemente de su monto.
- Rápido y sencillo: Solo es necesario presentar los documentos que acrediten la deuda.
- Ejecución directa: Si el deudor no responde al requerimiento, se puede ejecutar la deuda directamente sobre los bienes del deudor.
Desventajas del Proceso Monitorio:
- Domicilio del deudor: Es fundamental que el domicilio del deudor sea correcto. Si no se le localiza, el proceso se archiva.
- Oposición del deudor: Si el deudor presenta oposición, el procedimiento se convierte en un juicio declarativo, lo que puede prolongar la resolución del caso.
Conclusión
Para reclamar los créditos impagados de tu empresa, es fundamental escoger el procedimiento judicial más adecuado en función de las circunstancias del deudor y la deuda.
El Juicio Cambiario y el Proceso Monitorio son opciones rápidas y eficaces, pero requieren una evaluación previa de las posibilidades de éxito.
Si el deudor es localizable y es poco probable que se oponga a la reclamación, el Proceso Monitorio puede ser la mejor opción.
Sin embargo, si existen dudas sobre su localización o se espera una oposición, puede ser preferible optar directamente por un juicio declarativo.
Además, si el deudor se encuentra en otro país de la Unión Europea, es posible recurrir al Proceso Monitorio Europeo, una herramienta diseñada para simplificar la reclamación de deudas entre países miembros.
En cualquier caso, contar con un asesoramiento legal y económico para empresas especializado es clave para asegurar una reclamación exitosa y eficiente.