Abogados en España para la liquidación internacional de bienes gananciales

Se elabora un inventario completo de activos y deudas en cada país y se aplica la ley correspondiente. A veces es necesario realizar liquidaciones locales con apoyo de alianzas ad hoc en cada jurisdicción.

Son bienes adquiridos durante el matrimonio: viviendas, cuentas, vehículos, empresas e inversiones. Quedan excluidos bienes privativos como herencias, donaciones o bienes adquiridos antes del matrimonio.

La disolución sucede automáticamente al divorciarse (ipso iure). La liquidación es el reparto efectivo: inventario, pago de deudas y adjudicación de bienes.

Sí, siempre que la sentencia de divorcio extranjera haya sido reconocida en España (exequátur). Después puede liquidarse la sociedad de gananciales ante notario o juzgado.

Será preciso el acta/sentencia de divorcio, inventario patrimonial, escrituras, cuentas y cualquier documento de bienes. Si provienen del extranjero, deberán estar apostillados y traducidos.

Sí. Si ambos cónyuges alcanzan un acuerdo, pueden formalizar el reparto mediante escritura pública, sin necesidad de juicio.

Entonces se inicia el procedimiento judicial bajo los artículos 806–811 de la LEC, con designación de contador‑partidor, tasadores y propuesta de reparto que el juez sanciona .

Lo habitual es una división equitativa entre ambas partes, salvo que se demuestre que no es proporcional por circunstancias específicas.

El reparto puede demorarse, solicitarse diligencias preliminares e incluso iniciarse reparto parcial hasta localizar esos bienes.

En un procedimiento amistoso puede completarse en unos meses. En vía judicial, dependiendo de la complejidad del patrimonio y coordinación internacional, puede alargarse de 6 meses a años.

Se lleva a cabo en el contexto de un divorcio o separación. Consiste en dividir y repartir los bienes y las deudas adquiridas durante el matrimonio en régimen de gananciales. Este proceso se realiza con el fin de determinar qué activos y pasivos pertenecen a cada cónyuge una vez disuelto el matrimonio. El proceso de liquidación de gananciales suele implicar los siguientes pasos:

• Inventario de bienes y deudas: Se realiza un inventario detallado de todos los activos y pasivos adquiridos durante el matrimonio en régimen de gananciales, incluyendo propiedades, cuentas bancarias, inversiones, deudas, etc.
• Valoración de los activos: Se determina el valor de cada activo incluido en el inventario, lo cual puede requerir tasaciones profesionales en el caso de propiedades o evaluaciones financieras en el caso de inversiones.
• Distribución de los bienes y deudas: Una vez que se ha determinado el valor de los activos y pasivos, se procede a la división de estos entre los cónyuges de acuerdo con la legislación aplicable y los acuerdos alcanzados entre las partes.
• Formalización del acuerdo: Una vez que se ha llegado a un acuerdo sobre la división de los bienes y deudas, se formaliza este acuerdo mediante un documento legal, que puede ser parte de un convenio regulador en un divorcio de mutuo acuerdo o un acuerdo alcanzado durante el proceso judicial en un divorcio contencioso.
• Registro de la división: En algunos casos, es necesario registrar la división de bienes y deudas en el Registro de la Propiedad u otros registros pertinentes para garantizar su validez legal.

El proceso de liquidación de gananciales puede ser complejo y requiere la asistencia de abogados especializados en derecho de familia para garantizar que se protejan los derechos e intereses de ambas partes de manera justa y equitativa.

El proceso de liquidación de gananciales consta de dos etapas: 1) Inventario: Se trata de la elaboración de una lista oficial, presentada ante el juzgado, que enumera todos los bienes y deudas pertenecientes a la sociedad conyugal. Y, 2) Liquidación: Esta fase implica la distribución equitativa entre ambas partes de los activos y pasivos detallados en el inventario.

1. Inventario

La solicitud de inventario ante el juzgado es el primer paso en el proceso de liquidación de gananciales. Con la ayuda de tu abogado de familia, puedes presentar la solicitud junto con la propuesta de inventario. Si no estás de acuerdo con la propuesta de tu expareja, puedes presentar una contrapropuesta en una comparecencia posterior. Si se acepta la solicitud de inventario, se programará una comparecencia para llegar a un acuerdo. En caso de desacuerdo, se resolverá en un juicio verbal, donde el juez decidirá sobre los bienes y deudas. Las partes pueden apelar la decisión del juez ante la audiencia provincial.

 2. Propuesta de liquidación

• Las causas de disolución y liquidación de la sociedad de gananciales se encuentran reguladas en los artículos 1392 y 1393 del Código Civil.
• El procedimiento para la liquidación del régimen económico matrimonial se establece en el capítulo II, título II, libro IV, artículos 806 a 811 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC).

• Según el artículo 810.1 de la LEC, una vez finalizado el inventario y cuando la resolución que declara disuelto el régimen económico matrimonial es firme, cualquiera de los cónyuges o, en caso de fallecimiento, sus herederos, pueden solicitar la liquidación.

• Es importante tener en cuenta que el artículo 810 de la LEC fue modificado por la Ley Orgánica 2/2022, de 21 de marzo, de mejora de la protección de las personas huérfanas víctimas de la violencia de género, que entró en vigor el 23/03/2022.

Artículo 1392.La sociedad de gananciales concluirá de pleno derecho:

1.º Cuando se disuelva el matrimonio.

2.º Cuando sea declarado nulo.

3.º Cuando se acuerde la separación legal de los cónyuges.

4.º Cuando los cónyuges convengan un régimen económico distinto en la forma prevenida en este Código.

Artículo 1393.También concluirá por decisión judicial la sociedad de gananciales, a petición de uno de los cónyuges, en alguno de los casos siguientes:

1.° Si respecto del otro cónyuge se hubieren dispuesto judicialmente medidas de apoyo que impliquen facultades de representación plena en la esfera patrimonial, si hubiere sido declarado ausente o en concurso, o condenado por abandono de familia. Para que la autoridad judicial acuerde la disolución bastará que el cónyuge que la pidiere presente la correspondiente resolución judicial.

2.° Venir el otro cónyuge realizando por sí solo actos dispositivos o de gestión patrimonial que entrañen fraude, daño o peligro para los derechos del otro en la sociedad.

3.° Llevar separado de hecho más de un año por acuerdo mutuo o por abandono del hogar.

4.° Incumplir grave y reiteradamente el deber de informar sobre la marcha y rendimientos de sus actividades económicas.

En cuanto a la disolución de la sociedad por el embargo de la parte de uno de los cónyuges por deudas propias, se estará a lo especialmente dispuesto en este Código.

Las consecuencias de la liquidación de gananciales pueden variar según las circunstancias específicas de cada caso, pero generalmente incluyen:

• División de bienes y deudas: Se produce la distribución de los activos y pasivos adquiridos durante el matrimonio entre ambos cónyuges, de acuerdo con lo establecido en el inventario y las disposiciones legales aplicables.

• Cambio en la titularidad de los bienes: Los bienes que antes eran considerados como gananciales pasan a ser privativos de cada cónyuge, lo que implica cambios en la titularidad de la propiedad.

• Liquidación de deudas: Se determina la responsabilidad de cada cónyuge en relación con las deudas adquiridas durante el matrimonio, y se establece cómo se liquidarán y pagarán estas deudas.

• Desvinculación económica: Una vez completada la liquidación, los cónyuges quedan liberados de cualquier obligación económica compartida y pueden gestionar sus asuntos financieros de manera independiente.

• Finalización del régimen de gananciales: Con la liquidación de gananciales, se pone fin al régimen económico matrimonial de gananciales y se establecen los nuevos derechos y responsabilidades de cada cónyuge en relación con sus activos y pasivos.

En resumen, la liquidación de gananciales tiene como consecuencia la división y distribución equitativa de los bienes y deudas adquiridos durante el matrimonio, lo que permite a los cónyuges gestionar sus asuntos financieros de manera independiente una vez disuelto el vínculo matrimonial.